El espíritu mágico de libertad que los diseñadores recrean temporada tras temporada.
Tan curioso como la invención de la minifalda es la inspiración de esta: un carro, ¿cuál? El Mini Cooper en 1965…
Prenda que más que cubrir incitaba a la rebeldía, a la provocación como una oda completa a la juventud que empezaba a ser gobernada por las mujeres inconformes.
La mini falda representa el espíritu mágico de libertad que los diseñadores recrean temporada tras temporada, una prenda que desde el siglo XX empezó a tener grandes transformaciones desde un contexto de guerra, escasez de materiales y de cara a ser “un arma de guerra” de la liberación femenina.
Hasta los 60 la línea que demarcaba lo juvenil no existía, no había límites marcados y el vestuario de los adultos era el mismo modificado en tallas. Hacia esta época se volcaba por completo la revolucionaria forma de pensar se marcaba la importancia del estudio universitario y se incorporaba una juventud que quería no solo diferenciarse sino hacer algo diferente a las generaciones pasadas.
Hasta este momento las faldas no superaban la rodilla, los armarios tenían colores clásicos y ropajes heredados, después de esto la falda paso a medir 15 cm menos, las piernas afuera se mostraron con fuerza y la mujer dentro de las universidades se impuso con firmeza, feminidad e inteligencia.
Hoy seguimos usando esta prenda de diferentes formas y en diferentes contextos, con mil estilos y como símbolo de feminidad, de sensualidad, de jovialidad y seguridad
En fucsia encuentras para que tu armario siga teniendo versatilidad, úsalas para eventos casuales, informales y eventos playeros, también para cocteles, cumpleaños o con medias veladas para clima fría.
Descúbrete a través de esta prenda y luce tus piernas.